Remordimiento, cuento de Julián David Correa Puerta

Remordimiento Julián David Correa Puerta* Aquella mañana soleada que no quisiera más recordar, tomé un sucio costal de fibra que decía “ Solla ”. Sin que Niño se resistiera siquiera un poco lo metí adentro con el beneplácito de mis hermanas. Tal vez asumió que aquello se trataba de uno de esos juegos al que lo tenía acostumbrado. Después de hacerle unos agujeros al costal para que no se asfixiara, me subí con él y en compañía de un primo por la puerta trasera de un bus Floresta Estadio, ruta 240 con destino a la Plaza Minorista. Una vez allí nuestra intención era ofrecerlo a quien lo quisiera recibir, con el único fin de deshacernos de la mascota. Durante el viaje hacia la plaza de mercado y sentado en la última banca del bus con el costal a mis pies, sólo pensaba en los buenos momentos que habíamos vivido juntos mi perro y yo aquella época de mi vida; y es que él era mi único amigo verdadero que tenía. Recordé que, contrario a los otros niños con que solía jugar, Niño e...